TRANSPARENCIA Y CONTROL POPULAR CARACTERIZAN AL PROCESO ELECCIONARIO CUBANO

RED MARISELA PRESA SAGUE. ABRIL 4 de 2015 Cuando el próximo 19 de abril ejerzamos nuestro indiscutible derecho al voto libre, directo y secreto para elegir al delegado de circunscripción, estaremos en presencia de uno de los actos democráticos más sobresalientes de nuestro sistema electoral y político. Nuestro proceso, caracterizado por la transparencia y la participación popular cuenta sobre todo con un sólido programa de preparación de las autoridades electorales, basado en el cumplimiento estricto de la Ley 72, que regula cada uno de sus pasos, en firme concordancia con los principios participativos que rigen en nuestra nación el ejercicio de gobierno. Para lograr este propósito se preparan las comisiones electorales de circunscripción y los integrantes de las mesas electorales, en el estudio y reflexión de toda la documentación que regula el proceso y que exigen el estricto cumplimiento de cada uno de los pasos. Ello permite además una total transparencia y control popular basados en los principios y normas éticas que rigen las elecciones en Cuba, características que han permitido, a lo largo de todos estos años, que el proceso eleccionario en la Revolución constituya un ejemplo para el ejercicio democrático en nuestro hemisferio. La más estricta imparcialidad caracteriza a las autoridades electorales, su labor honesta y diáfana es también la garantía de transparencia del proceso, donde la elección del delegado estará avalada sencillamente por el prestigio, la honestidad, los valores personales, en resumen dos cualidades básicas, el mérito y la capacidad que los caracterice.