domingo, agosto 09, 2009

Carnavales signados por la lluvia

Por Marisela Presa
Julio 7 de 2009

Si en el 2008 los bayameses navegaron en ríos de agua durante el carnaval, tal parece que los del 2009 están signados por el mismo fenómeno, pero esta vez nadie quedó en casa.

La noche del miércoles, recién concluido el aguacero, se restableció el esfuerzo y el escenario para el espectáculo inaugural, mientras que este jueves, no bien habían pasado los coches con sus flores y damas por el jurado, nuevamente la lluvia compareció para retardar el recorrido.

Ya sobre las siete y diez de la noche, frente al jurado en la calle Martí se presentó la comparsa y la carroza infantil Mi Cuba, para iniciar sus evoluciones, como invitados, con una muestra de la más genuina música popular cubana, bajo la leyenda de Cuba que Linda es Cuba.


La destreza de los niños, que también desafiaron la pertinaz llovizna dijo muy a las claras que la tradición está asegurada y que habrá en Bayamo compareceros para rato.

Los primeros en competir fueron en esta ocasión fueron los discípulos del Proyecto Cultural de Bulé, un comparsero con cientos de años de experiencia en el giro, y una vocación para recrear la música, mostrar el baile, y hacer hablar a la coreografía de amistad y solidaridad.

Por lo que esta primera noche de desfile, representó para cada uno de los protagonistas, estamos seguros que será muy difícil al prestigioso jurado seleccionar los mejores.
Allí Juan Ramírez, Alexis Pantoja, Ramón Rodríguez, Yurdanis y Gerson Leyva y Ariel Hernández, tuvieron que poner a buen recaudo las anotaciones, pues a ese ritmo de agua, poco pudieron hacer.

La comparsa de Papiro o la de Roberto Boris, que cumplen 50 y 45 aniversarios en este año, pueden ser igualmente las triunfadoras del certamen, pero quien más lo agradece es el pueblo que bajo la lluvia y enarbolando capas y sombrillas, disfrutaron hasta el final del primer día de desfile del carnaval.

Claro que la calle estuvo llena también desde bien temprano, la fría cerveza nada Tímida se dejó acariciar, y varias y numerosas ofertas alimentarías, estuvieron listas y apetitosas para todos los gustos y edades, desde el lechón asado, las chicharritas o el patacón pisao.

Claro está que el carnaval es todo eso y mucho más, es bailar con la buena música de las orquestas invitadas, y con la grabada también, recorrer cada una de las áreas del carnaval, si no no, no se ha fiesteado, y dejarse caer encima la lluvia para apagar, si es posible, los calores del carnaval.

Este fue solo el comienzo, donde primó disciplina y buen hacer, un acierto oportuno de sus organizadores.

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