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| Presas |
Las lluvias registradas en Granma entre el lunes y miércoles de esta semana resultaron altamente satisfactorias.
Prácticamente sus efectos beneficiaron a todo el territorio, pero sobretodo a los embalses del territorio que crecieron en más de 35 millones de metros cúbicos.
De un 39 por ciento de acumulado en las presas, ya pasaron al 43 por ciento, un volumen que aún se debe de cuidar para garantizar los programas agrícolas y sociales.
Entre los embalses la Presa Paso Malo de Bartolomé Masó fue la que recibió un mayor beneficio, al pasar del 35 al 54 por ciento de almacenaje.
Ese embalse con capacidad para 95 millones ahora acumula algo más de 51 millones de metros cúbicos de agua, determinante para los programas arroceros y de cultivos varios que se generan en las zonas llanas que ella alimenta.
Aunque casi todos los embalses resultaron beneficiados mejoraron en un seis por ciento sus acumulados las presas corojo y Bueycito, esta última realmente muy deprimida aún con solo 17 millones de 159 millones que es su capacidad de embalse.
El agua es un líquido vital para el desarrollo económico y social, por lo que preservar y proteger este recurso compete a entidades productivas y a todas las personas que hacen uso de ella, sólo así se puede alcanzar un desarrollo sostenible.
