miércoles, noviembre 30, 2005

El paracaidismo, un reto al valor



Por Marisela Presa Sagué
Foto Reportaje

Es Bayamo por estos días sede del XXXV Campeonato Nacional de Paracaidismo, una de las competencias donde el valor se impone, la destreza, la técnica y sobre todo la seguridad en si mismo.

El Parque de Recreación Granma, donde además tiene lugar la VIII Octava Feria Internacional Agropecuaria y la amplísima Plaza de la Patria de la Ciudad Monumento es el escenario ideal para estos valientes competidores, que representan en dos conjuntos a esta provincia sede, así como a los territorios de provincia Habana, Ciudad de la Habana, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo entre otros conjuntos.

Integrante del club de Paracaidismo de de Granma y formando parte del grupo organizador del evento está Calixto Corrales González, un bayames de 41 años, aficionado a este deporte de las alturas. Allí lo encontramos junto a su pequeño Erick, de nueve años, entusiasmado por el deporte, y un futuro seguidor de estos valientes.

Calixto practica el paracaidismo hace 22 años, y acumula 283 saltos, un record importante y sobre todo un ejemplo de perseverancia para este tipo de deporte.

-Trabajo como técnico en soldadura en la Empresa Cárnica Granma, pero su amor por las alturas es indiscutible.

¿Cuál es el principio de seguridad del paracaidista?
-Primero tener todos los conocimientos necesarios, técnicos y prácticos, plegar nuestro propio paracaídas como principal medida de seguridad.

¿Sentiste temor la primera vez?
-Siempre, es un instinto de conservación.

Pero su record de 238 saltos desmiente un poco esta aseveración.
-Uno tiene que estar siempre preparado para lo más difícil. Podemos vernos en apuros cuando el viento está a más de siete metros por segundo, sobre todo a la hora de tomar tierra.

Anda como les dije acompañado de Erick, este pequeño de 9 años, que estudia el cuarto grado en la Escuela primaria bayamesa Orlando Lara.
Erick también quiere ser paracaidista y está entre los que se han inscripto en el sorteo para un salto acompañado el próximo miércoles en la clausura de esta competencia nacional.

Me mira con sus ojos inocentes, y me dice con una certeza que me admira que no teme. Su padre para el es un ejemplo y quiere seguir sus pasos.
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