viernes, septiembre 23, 2005

Más que una institución, una familia

Por Marisela Presa

Un nuevo hogar con los colores de la luz y el amor inundando cada detalle, es la confortable morada que para niños sin amparo filial funciona en la ciudad de Bayamo.
Los pequeños, en una difícil etapa de sus vidas, fueron acogidos por esa institución estatal, moderno edificio del reparto Jesús Menéndez, donde transcurrirán sus primeros seis años.


Todo está inmaculado, el inmueble de anchos ventanales, pintados con colores de felicidad y sosiego, mobiliario recién estrenado, televisor, ventiladores, camas mullidas, sala de juegos, un comedor para la menuda familia y un grupo de 12 mujeres que hablan con la mirada húmeda y acarician las ingenuas cabezas con la ternura de la madre, que realizan el trabajo educativo y velan el sueño de los niños en cada noche.

Llegué hasta ellos con esa confianza absoluta de que encontraría algo más que una institución, sencillamente lo que es: una familia.

Me tomaron de la mano. Maikel quería que la música sonara en mi grabadora, me dijo del color rojo de su tractor, y me mostró su caballo de juguete, su velocípedo, su gran camión…Y con su voz toda infancia, hacía su versión de la canción dedicada al barquito de papel.


Abajo la guerra, arriba la paz, los niños queremos reír y cantar"….Barquito de papel, mi amigo fiel…

Las asistentes, diligentes y laboriosas, andan en los trajines del almuerzo, recuperan los juguetes dejados al azar y dan vueltas seguidas en la habitación donde dos de estos ángeles duermen su siesta antes del baño.

Después de más de una hora de mirar sus vidas, Marisbel Rodríguez Galardi, quien dirige la institución me invitó a compartir las cómodas mecedoras de la sala de estar, para adentrarnos en esta nueva historia.

"Es una institución creada para atender a los niños de cero a seis años, que han llegado desde distintos puntos de la provincia por tener situaciones difíciles tanto sociales como económicas en el hogar, u hogares disfuncionales, y para brindarles una mejor atención vienen aquí".

"No con el objetivo de que se queden", me aseguró, sino con el propósito de insertarlos nuevamente en la familia luego que se haya hecho un trabajo de seguimiento con las organizaciones políticas y de masas y, sobre todo, los trabajadores sociales.

Ellos aquí tienen de todo, y lo se bien porque revisé cada rincón, los closet con abundante ropa, calzado, baños inmaculados, y disciplina.

Atención sistemática del médico y la enfermera de la familia, quienes les visitan o al que acuden, si es necesario, cumplen con los sistemas de vacunación y consultas para niños sanos y el pediatra o el psicólogo responden ante cualquier inquietud.

¿Y entre tantas cosas, qué aprenden, qué se les enseña?- interrogué.

"Como si fuera su casa, cepillado, desayuno, el horario de descanso, los hábitos en la mesa de acuerdo a la edad, similar programa al que tienen los Círculos Infantiles, la servilleta, el tenedor….los modales, la conducta, cómo dirigirse a los mayores, cómo agradecer, y mantener una estrecha relación con ellas. Que no las miren como a una obrera, que las vean como familia¨.

¨Se trata por nuestra parte que ellos se sientan en familia, como hermanos. Ellas son sus tías y yo soy su mamá".

El asunto de mantener el vínculo con los hogares originales fue también de profunda reflexión, pues a la licenciada Marisbel Rodríguez Galardi, laboriosa educadora, con más de cuatro décadas de vida, lo considera como esencial.

"Ese vinculo de la familia se mantiene, y muchos de ellos nos visitan, no siempre tan sistemáticamente, porque algunos viven en lugares lejanos. Ellos vienen aquí y se trabaja para mostrarle esos hábitos que ya los niños han adquirido y que ellos no supieron o no pudieron dárselos en un momento oportuno¨.

¨Pero también trabajamos en la conducta que ha de observar la familia con sus hijos, a través de entrevistas y conversaciones que sostenemos durante sus visitas, hablamos con las instituciones del barrio, la trabajadora social, el médico de la familia… para que cooperen con nosotros en esa tarea¨.

¨Hemos logrado en algunos casos insertar al niño nuevamente en la familia, aunque no tenga todas las condiciones que hoy tiene aquí, pero están con los suyos, porque sabemos cuan importante es el afecto filial¨.

¨Ese es nuestro propósito, y hemos logrado insertar a ocho niños nuevamente a su hogar biológico".

¿Saben ellos quiénes son?

"Si. Su nombre, apellidos, quienes son sus padres, donde viven , sobre todo los apellidos, que eso no cambia a menos que por una razón judicial se le haya tenido que retirar la Patria potestad a la familia y se le dé cómo tutora a otra familia que opten por un menor¨.

¨Esta Institución se abrió en el 2001, aunque la casa en que vivimos ahora es totalmente nueva, recién inaugurada, y no se ha dado ninguno en adopción. Los que han salido han regresado a la familia biológica".

Multioficio de las asistentes

De manera rotativa hacen las tareas de la casa, con horarios de alimentos para cada cual, unas cocinan, otras los cuidan por grupo de edades…

Estuvimos dialogando sobre lo que el Estado invierte en recursos para estas instituciones, su atención, mantenimiento, trabajadores, educación, medicamentos, y todo lo que ellos requieran.

Aquí tenemos los alimentos a tiempo, la leche adecuada para cada uno, compotas y cárnicos. Unas seis comidas diarias, tres meriendas, desayuno, almuerzo y cena. Nada les falta.

Marisbel Rodríguez Galardi está insertada en la labor educacional desde hace 34 años, primero en la enseñanza especial y desde el 2001 en esta institución.

"El trabajo es bello y hay que dedicarse a el por completo. Uno se identifica con todas las situaciones que traen y deformaciones, y luego, a partir del trabajo diario uno aprecia la transformación, convirtiéndose en personas con buenas conductas y hábitos, y hasta la transformación física, dada su adecuada nutrición. Uno les dedica todo el tiempo de la vida¨.

¨Pero te digo más, los niños no están aquí asilados, se les vincula con la comunidad, se les pasea, se les enseña el área donde viven, saben donde están los servicios sociales, se interrelacionan con los niños de los alrededores, porque esta es su Casa¨.

Ando de regreso, con más certidumbres que al llegar, paso de rato en rato por el entorno del Hogar y les veo reír alborotados, formándose en esta bella familia, y que será, para la vida futura, un momento trascendental de su existencia.

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