Por Marisela Presa
Julio 16 de 2009
Allí donde comienza el malecón manzanillero, un sitio de referencia obligada en la ciudad del Golfo, la laboriosidad edifica hoy un Complejo singular, donde las antiguas unidades gastronómicas se multiplican y cambian su faz y la calidad de sus servicios.
Algo más de dos años llevan laborando los constructores, brigadas muy especiales de varias empresas granmenses diestras en poner belleza y confort en las obras que ejecutan, una premisa indiscutible que rige en las edificaciones que aquí se levantan.
Son mil 200 metros cuadrados en los que se asientan un Cabaret con
pista al aire libre para 360 personas, La Terraza, El Barco, Café Cantante-Piano Bar, Restaurante para comidas Genéricas, Parrillada y Área Náutica, que prestarán servicios diariamente acorde a sus especialidades.
Como segundo administrador del Complejo Costa Azul está Carlos López Matamoros, quien conoce centímetro a centímetro el desarrollo de la obra, y anda entusiasmado trabajando en la organización del área, la preparación del colectivo que sobrepasará el centenar de trabajadores, y los insumos que se requieren para darle valor de uso a una buena parte de esta instalación en el transcurso de este verano.
Si se habla de los albañiles hay que reconocer su habilidad, mostrada en los pisos cerámicos y pulidos de granito resistentes al intemperismo del área y a la proximidad del mar y de los carpinteros que trabajan la madera con acierto, en todas las áreas del Complejo.
Pero el Costa Azul será un enorme joyita que contará además en su estuche con obras artísticas en sus tres barras, murales, vitrales, lienzos, y cuatro esculturas mármol, de artesanos del propio Manzanillo, de Bayamo y de la capital.
Con larga tradición en la preparación de espectáculos artísticos el cabaret del Costa Azul tendrá su show y orquesta acompañante de primer nivel, tomando referencia de los populosos sitios nocturnos cubanos, como el Tropicana.
Luego de dos años de trabajo colosal, transformador, con gran sentido de pertenencia y unos cuatro millones de pesos invertidos, el Costa Azul va en vías de convertirse en un Complejo Colosal, para la admiración de muchos, y el disfrute de tantos más.
Julio 16 de 2009
Allí donde comienza el malecón manzanillero, un sitio de referencia obligada en la ciudad del Golfo, la laboriosidad edifica hoy un Complejo singular, donde las antiguas unidades gastronómicas se multiplican y cambian su faz y la calidad de sus servicios.
Algo más de dos años llevan laborando los constructores, brigadas muy especiales de varias empresas granmenses diestras en poner belleza y confort en las obras que ejecutan, una premisa indiscutible que rige en las edificaciones que aquí se levantan.
Son mil 200 metros cuadrados en los que se asientan un Cabaret con
pista al aire libre para 360 personas, La Terraza, El Barco, Café Cantante-Piano Bar, Restaurante para comidas Genéricas, Parrillada y Área Náutica, que prestarán servicios diariamente acorde a sus especialidades.Como segundo administrador del Complejo Costa Azul está Carlos López Matamoros, quien conoce centímetro a centímetro el desarrollo de la obra, y anda entusiasmado trabajando en la organización del área, la preparación del colectivo que sobrepasará el centenar de trabajadores, y los insumos que se requieren para darle valor de uso a una buena parte de esta instalación en el transcurso de este verano.
Si se habla de los albañiles hay que reconocer su habilidad, mostrada en los pisos cerámicos y pulidos de granito resistentes al intemperismo del área y a la proximidad del mar y de los carpinteros que trabajan la madera con acierto, en todas las áreas del Complejo.
Pero el Costa Azul será un enorme joyita que contará además en su estuche con obras artísticas en sus tres barras, murales, vitrales, lienzos, y cuatro esculturas mármol, de artesanos del propio Manzanillo, de Bayamo y de la capital.
Con larga tradición en la preparación de espectáculos artísticos el cabaret del Costa Azul tendrá su show y orquesta acompañante de primer nivel, tomando referencia de los populosos sitios nocturnos cubanos, como el Tropicana.
Luego de dos años de trabajo colosal, transformador, con gran sentido de pertenencia y unos cuatro millones de pesos invertidos, el Costa Azul va en vías de convertirse en un Complejo Colosal, para la admiración de muchos, y el disfrute de tantos más.
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