lunes, septiembre 20, 2010

Rinden homenaje en Bayamo al Poeta Juan Clemente Zenea

Rinden homenaje en Bayamo al Poeta Juan Clemente Zenea

Por Marisela Presa

agosto 2010

A 140 años del fusilamiento del poeta bayamés Juan Clemente Zenea, los escritores y artistas de esta ciudad le rindieron homenaje este miércoles 25 de agosto, en su ciudad natal.

El Doctor Arsenio Rosales, Vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en Granma declaró que tuvo lugar una peregrinación desde la Casa Natal en la Calle Martí, hasta el Parque Juan Clemente Zenea, en la calle homónima, donde se localiza un busto del poeta.

El homenaje organizado por la UNEAC y el Centro de Promoción Literaria Juan Clemente Zenea, contó con la Oración por Zenea declamado por la poetisa y narradora Yulexis Ciudad Sierra, Directora del Centro de Promoción Literaria de Bayamo.


Juan Clemente Zenea, uno de los más ilustres exponentes cubanos de las letras del siglo XIX, nació en esta ciudad de Bayamo el 24 de Febrero de 1832.

Aquí realizó sus primeros estudios en una escuela privada, pero en 1845 se traslada a La Habana para ingresar en el colegio San Salvador, a cargo del prestigioso intelectual José de la Luz y Caballero.


Con apenas 14 años Zenea da sus primeros pasos como poeta estrofas que publica en el diario La Prensa, órgano del que años más tarde, en 1849, sería redactor.

Son muchas las obras literarias, aparte de innumerables artículos en periódicos y revistas, que publicó en su relativamente corta vida.

Varios de sus poemas se incluyen en “EL laúd del desterrado”, además de varios artículos en publicaciones cubanas y españolas de la época como “La Chamarreta”, “El Siglo”, “revista del pueblo de Cuba”, “Ofrenda al Bazar”, “Álbum cubano de lo bueno y lo bello”, “Brisas de Cuba”, entre otras.

Fundó y dirigió la “Revista Habanera”. Antes de morir, tenía el proyecto de una novela en verso y varias leyendas que quedaron inconclusas.

En cuanto a poesía, se puede destacar una Antología de versos de temas variados, pero siempre líricos, y su libro titulado Diario de un mártir, publicado póstumamente, en 1874, en donde, haciendo uso de un lirismo exquisito y tierno, presagia su infausta muerte. Entre sus más afamados poemas están Fidelia, En un álbum, A una golondrina, Diario de un mártir, Ausencia En Greenwood.

Es considerado uno de los máximos exponentes del Romanticismo en Cuba.